Leyenda: La Posorja, Ecuador

Esta es una historia muy arraigada en la tradición oral de la provincia del Guayas, especialmente en las zonas costeras y rurales. Es una leyenda que mezcla elementos de misterio, advertencia y, en algunas versiones, un toque de terror.

Se dice que La Posorja es una mujer espectral que se aparece en los caminos solitarios, en las orillas de los ríos o en las playas desoladas, especialmente durante la noche o en las primeras horas de la madrugada. Su nombre proviene de la palabra “poso”, que en algunas regiones se refiere a un remanso profundo en un río o a una poza de agua estancada.

Las descripciones de La Posorja varían, pero generalmente se la representa como una mujer de figura alta y delgada, vestida con ropas oscuras y desgastadas. Su rostro casi siempre está oculto por la sombra o por un velo, lo que añade un aura de misterio y temor a su presencia.

Según la leyenda, La Posorja atrae a los hombres, especialmente a aquellos que andan solos y de noche, con su belleza espectral o con lamentos y llamados desgarradores. Cuando un hombre se acerca a ella, ya sea por curiosidad o por sentirse atraído, ella revela su verdadero rostro, que se dice es horrendo y lleno de calaveras o rasgos demoníacos.

El encuentro con La Posorja suele tener consecuencias terribles para la víctima. Algunos cuentan que al ver su rostro, los hombres caen fulminados por el terror o sufren ataques de locura. Otros relatan que La Posorja los guía hacia lugares peligrosos, como precipicios o remolinos en los ríos, donde encuentran la muerte.

Existen varias interpretaciones sobre el origen de La Posorja:

  • El Alma Vengativa: Se cree que podría ser el espíritu de una mujer que fue traicionada o maltratada en vida y que ahora busca venganza contra los hombres.
  • La Advertencia: Algunos la ven como una figura sobrenatural que busca castigar a los hombres que tienen malos hábitos, como la infidelidad o la embriaguez, o a aquellos que vagan sin rumbo fijo por la noche.
  • El Demonio Femenino: En las versiones más oscuras, se la identifica como una manifestación del mal, un demonio femenino que busca almas para llevarse al infierno.

Para protegerse de La Posorja, las personas mayores aconsejan no andar solos por lugares solitarios durante la noche y encomendarse a la protección divina. También se dice que llevar amuletos o rezar con fervor puede alejar su presencia.

La leyenda de La Posorja es un recordatorio de los peligros de la noche y de la importancia de la moralidad y el buen comportamiento. Su figura espectral sigue viva en la imaginación popular, generando temor y respeto en las comunidades costeras del Guayas.

Texto e imagen en colaboración con Gemini IA.