Leyenda: El Curupira, Brasil

Imagínate adentrándote en la densa y vibrante selva amazónica, donde el aire huele a tierra húmeda y el canto de los pájaros llena el ambiente. En lo más profundo de este laberinto verde, habita un ser peculiar: el Curupira.

Se le describe como un enano de piel oscura o rojiza, con el cabello largo y llameante, como el fuego del atardecer. Pero su característica más distintiva son sus pies, ¡calzados al revés! Esta peculiaridad le permite confundir a los cazadores y leñadores, dejándolos perdidos en la espesura del bosque al seguir sus huellas.

El Curupira es el guardián celoso de la selva y sus criaturas. Se dice que cabalga sobre un cerdo salvaje y emite silbidos agudos que imitan los sonidos de los animales para atraer a los intrusos hacia caminos equivocados. Aquellos que se atreven a dañar los árboles sin necesidad, a cazar por puro placer o a maltratar a los animales, pronto sentirán la furia del Curupira.

Cuenta la leyenda que cuando el Curupira persigue a alguien, el sonido de sus pasos se escucha cerca y lejos al mismo tiempo, volviendo loca a su víctima. Para escapar de su ira, los indígenas y los lugareños suelen dejarle ofrendas de tabaco y comida en los senderos del bosque, pidiéndole permiso antes de cazar o talar árboles.

Así que, la próxima vez que te aventures en la naturaleza brasileña, recuerda la leyenda del Curupira. Camina con respeto, aprecia la belleza que te rodea y considera que quizás, en algún rincón escondido, el guardián de la selva te esté observando con sus pies al revés y su mirada protectora. Es una historia que nos recuerda la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.

Texto e imagen en colaboración con Gemini IA.