Leyenda: Karáu, Paraguay

Cuenta la leyenda que Karáu era un joven apuesto y fuerte, muy querido en su comunidad. Era conocido por su alegría y su canto melodioso, que alegraba los atardeceres a orillas de los ríos y lagunas. Karáu estaba profundamente enamorado de una joven llamada Pykasu, cuyo nombre en guaraní significa “paloma”. Su amor era puro y sincero, y todos esperaban con ilusión el día en que se unirían en matrimonio.

Sin embargo, la felicidad de Karáu y Pykasu se vio truncada por una terrible tragedia. Una epidemia azotó la región, llevándose consigo a muchos jóvenes, entre ellos a la amada Pykasu. El dolor de Karáu fue inmenso e inconsolable. Ya no cantaba, su alegría se había apagado y vagaba sin rumbo por las orillas de los ríos y lagunas, buscando en vano a su amada.

Día tras día, Karáu se sentaba a la orilla del agua, con la mirada perdida en el horizonte, suspirando profundamente. Su tristeza era tan grande que parecía que su alma se desprendía en cada suspiro. Los dioses, conmovidos por su sufrimiento, decidieron transformarlo en un ave zancuda de color grisáceo, con un graznido lastimero que resonaba en la soledad de los esteros y lagunas.

Desde entonces, se dice que el Karáu vaga eternamente por los humedales, lamentando la pérdida de su amada Pykasu. Su canto triste y melancólico es un recordatorio constante de su dolor, y los lugareños creen que cada vez que escuchan su graznido, es el alma de Karáu buscando a su amor perdido.

Por eso, al escuchar el canto del Karáu, los paraguayos sienten una profunda tristeza y respeto por este pájaro que encarna el dolor de un amor truncado por la tragedia. Su historia es un recordatorio de la fragilidad de la felicidad y la fuerza del amor, incluso en la más profunda desesperación.

Texto e imagen en colaboración con Gemini IA.