Se dice que el Teju Jagua es el primer y quizás el menos amenazante de los siete monstruos. Su apariencia es una mezcla peculiar y sorprendente: tiene el cuerpo de un lagarto gigante, cubierto de siete cabezas de perro. Algunas versiones de la leyenda mencionan que solo tiene una cabeza canina, pero la imagen más popular es la de este reptil multicéfalo.
A pesar de su aspecto monstruoso, el Teju Jagua no es conocido por ser particularmente agresivo o peligroso para los humanos. Su lentitud y su naturaleza tranquila hacen que prefiera quedarse en su guarida, que suele ser una cueva húmeda y oscura.
La principal misión del Teju Jagua, según la leyenda, es ser el guardián de los tesoros ocultos y los frutos silvestres. Se dice que custodia celosamente las riquezas de la tierra y protege los árboles frutales más valiosos de los cazadores y recolectores codiciosos.
Aunque no ataca a las personas directamente, se cuenta que su aliento es venenoso y que su mirada puede causar enfermedades. Por eso, la gente del campo le tiene respeto y evita perturbar su descanso o intentar robar los tesoros que custodia.
A veces, se le describe como un ser perezoso que pasa la mayor parte del tiempo durmiendo al sol, con sus siete cabezas vigilando el entorno. Su presencia es considerada un símbolo de la riqueza natural de la tierra y un recordatorio de que algunos lugares deben permanecer intactos y protegidos.
Así que, si alguna vez te encuentras con un lagarto de gran tamaño con varias cabezas de perro en los bosques de Paraguay, ¡no te asustes demasiado! Es probable que sea el Teju Jagua, el guardián de los tesoros ocultos, simplemente tomando una siesta bajo el sol. Sin embargo, recuerda mantener la distancia y mostrar respeto por este peculiar habitante de la mitología guaraní.
Texto e imagen en colaboración con Gemini IA.